viernes, 21 de enero de 2011

Revista Para Ti



Temerosos, primero se acercan dos. Luego cuatro, y más tarde ocho. Al cabo de media hora, sumarán 15, y para cuando esta entrevista termine, serán aproximadamente 25 los chicos que, con sus cámaras fotográficas y celulares, querrán tomarse fotos junto a ella. “Anto, ¿me puedo sacar una fotito con vos?”, “Anto ¿te puedo dar la mano?”; “Anto, ¿me firmás un autógrafo?” Queda claro que convocar a Brenda Asnicar (17) a este parador playero, ubicado en la parada 20 de La Brava, no fue una idea del todo buena. Sin embargo, paciente, ella cumplirá con las fotos y los autógrafos.

Ya está acostumbrada desde que personificó a la extrovertida y malvada Antonella en el boom que fue Patito Feo. Frente al grabador, Brenda está relajada. Totalmente loqueada, con un short de jean, remerita blanca abajo, camisa celeste arriba, y unas gafas modelo clipper, Brenda toma un licuado de naranja y durazno. Vino a pasar sus vacaciones a Punta del Este junto a sus padres: Gustavo (46, comerciante), Adriana (40, productora de moda) y su hermano Iván (19, estudiante de dirección de cine). “Me encanta venir a la playa a tomar sol, pero con cuidado siempre. ¡Usen protección chicas sino la piel se nos arruina!”, dice, moviendo su dedo índice, y con su voz grave característica con la que encarnó a Antonella, la líder malvada del grupo “Las divinas”. “Patito... fue re bueno. Cuando uno hace tele, se replantea muchas cosas como la fama, las amistades, etc. Uno aprende que, más allá de que tu público te adore, lo importante es saber que las amistades de siempre están. Los amigos se cuentan con los dedos de la mano. Tengo esos cuatro que no fallan nunca”, reflexiona.

¿Cómo manejaste la fama repentina? Tardé un poco en digerirla. Trabajar en tele es lo que soñaba desde que soy chica. Pero fue raro: hacer algo que te gusta y de golpe, toda la exposición. La fama no me gusta ni me disgusta, es una consecuencia de mi trabajo. Hay actores que se ponen locos cuando les sacan fotos, a mí no me molesta.

¿Te asombró que las chicas se identificaran más con las “divinas” que con las “populares”? Tampoco me lo esperaba. Siempre quise ser la mala en esta historia, porque me parecía más divertido e interesante. Además en Patito... fui buena y mala. Me parece que como el personaje de Antonella cantaba, bailaba todo el tiempo, y siempre estaba espléndida, las chicas se identificaron más.

En la vida real ¿cuál es tu bando? Tengo muchas cosas de las dos. Lo que tengo de las Populares es que me gusta tener muchas amigas y que nos bancamos a muerte. Y de las Divinas, que me encanta bailar, actuar, ¡y verme linda!

CRECER DE GOLPE. Brenda nació en Capital Federal, se crió en el barrio de Belgrano y tuvo una infancia feliz. “Por lo menos eso es lo que se ve en los videos. Estábamos todo el tiempo sonrientes”, dice entre risas. Ahora va al Colegio Nuevo de Las Lomas, en San Isidro, donde vive. Se cambió porque buscaba hacer medio turno para poder trabajar. Cursa cuarto año y asegura que el desafío es seguir combinando trabajo y estudio: “La que te dice que no tiene problemas te miente. Llegás de trabajar cansada a las 8 de la noche, tenés que hacer tarea y luego leer los libretos para el otro día. Necesitás que el colegio te dé una mano con la entrega de trabajos”. Tuvo una participación en Canta Niño en 2002 y en Chicos Argentinos, en 2004.

Cuenta que desde chica siempre le gustó ponerse la ropa de su mamá, pintarse y actuar. “Me gustaba lo histriónico de mirarme al espejo, poner música y bailar. Fui a danza clásica y española, pero canto no hice nunca. Ahora tengo ganas de ponerme a estudiar. Siempre hay cosas que aprender”, asegura.

A muchos actores que empezaron de chicos no les fue bien de grandes. ¿No te da miedo? Para nada, creo que pasa por una cuestión de no quemar etapas. A veces, cuando uno hace un éxito como Patito Feo, te llegan un montón de propuestas. Todas las marcas te quieren vestir y uno tiene que ser selectivo. Tengo a mis padres que me ayudan a elegir.

¿Te ofrecieron cosas impensables? Sí, bueno, hubo cosas de lencería medio jugadas a las que dije no. O una película con un libro donde mi personaje hablaba de drogas. Me parece que, saliendo de Patito..., uno tiene que respetar el público que tiene y seguir la misma línea.

¿Cómo es tu adolescencia real? Soy bastante tranquila, pero tengo amigos que son por ahí más rebeldes. Mis amigas me dicen que parezco vieja por cómo hablo… A veces los adolescentes de hoy me asustan un poco.

¿Por qué? Porque creo que hay una búsqueda de límite constante. Tengo conocidas de 16 años que ya se quieren ir de sus casas. El tema del alcohol también es terrible: los chicos manejan alcoholizados y sin registro. Igual, creo que lo que nos pasa en la adolescencia no deja de ser responsabilidad de los padres.

¿Tomás alcohol? No, no me interesa mucho. Los pibes toman para ir a bailar. Yo soy un poco abuelita, trabajo de lunes a viernes y cuando llega el fin de semana estoy re cansada. Les digo a mis amigas: “¿Y si nos quedamos a ver una película en casa?” (ríe).

¿Para triunfar hay que ser lindo? Hay que ver a qué le llamamos triunfo. Para mí, triunfo es otra cosa. Si sos lindo, podés salir en una revista o dar una nota. Pero, para mí, el triunfador es el que trasciende a nivel mundial, son los que llegan a captar la atención de gente de todas las edades.

¿Por ejemplo? Madonna es una triunfadora, qué sé yo... La Madre Teresa de Calcuta es otra gran triunfadora. Me refiero a gente que trasciende en el tiempo por lo que hace. Hoy vivimos en un mundo del espectáculo muy generoso.

¿Qué planes tenés para este 2009? Me gustaría irme a estudiar a Londres arte dramático aunque también me gustaría estudiar psicología. Ojalá pueda hacer todo lo que me gusta: también quiero estudiar guitarra y violín. Francés también…

¡Querés hacer de todo! ¿Queda tiempo para el amor? Corté hace 8 meses con mi novio y por el momento no tengo previsto volver a estar en pareja.

Todo muy lindo pero no me estás contando qué ofertas laborales tenés. Tengo ganas de hacer cine. Hay algo de tele dando vueltas pero no puedo contarte. Me gustaría desarrollar una carrera musical.

¿Me estás dando una primicia? ¡Sí! Tengo ganas de sacar un disco este año.

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