Hace dos años:En estos días, las invitaciones amorosas se hacen por mensajes de texto, y las cartas perfumadas fueron reemplazadas por los grises diálogos del msn. Y si William Shakespeare escribiera hoy su Romeo y Julieta, el balcón de la muchacha al que treparía el joven debería ser… ¡su facebook! Así las cosas, las ilusiones de las almas sensibles penden de un hilo deshilachado. Pero están. Porque todavía queda un romántico, tal vez el último ejemplar de esta especie en peligro de extinción: Matías Alé. Es que el tipo cree en el amor más allá de las diferencias, las barreras y el qué dirán. Mejor aún, apuesta por el amor, aunque tenga todas las de perder. Hechizado. Cuando todavía rearmaba pieza por pieza su corazón, a semanas de haberse separado de Graciela Alfano, Matu quedó encantado con una compañera de elenco a la que, antes, le había restado importancia. “¡Qué presencia tiene esa nena! –se sinceró el actor en una charla de amigos–. Ahí donde aparece, llama la atención. ¡La rom pe!”. Esa chica no era otra que Brenda Asnicar, la contrafigura de Laura Equivel en la exitosa Patito Feo.
Nobleza obliga. Aquel comentario de Alé no sonó descabellado. Cuando la novela comenzó, este rubia nacida el 17 de octubre de 1991 ocupaba un lugar mucho menor al que se iría ganando con el correr de los capítulos, a fuerza de carisma, belleza y encanto, tres virtudes que derritieron al conductor de El podio de la TV. Y al tiempo que Antonella (su personaje de la ficción) conseguía la simpatía de los televidentes, Brenda atrapaba todavía más al actor. Esto sucedió hace unos meses. Mucho más acá, comenzó a circular el rumor: Alé está saliendo con Asnicar. ¡Chan! Porque… sí, sí, saque la cuenta: la pequeña actriz nació a fines del ‘91. Es decir… ¡podría ser la nieta de Graciela Alfano! (va con onda, Grace). Y quienes recorren con frecuencia los pasillos de Canal 13, juran y perjuran que los vieron a los besos. Pero, ¿qué dice ella?
No, no, Alfano no; Brenda, Brenda… ¿qué dice? Lo siguiente: “Fue un mal entendido de la prensa –explica, ante el llamado de Paparazzi–. Con Matías sólo nos relaciona el trabajo. Yo sigo siendo la misma adolescente que va al colegio y tiene que rendir materias. Estoy dolida con todo esto porque no quiero ser mediática, sino una actriz que está en los medios. ¡Tampoco es cierto que viajamos juntos a Brasil! Mis papás y mi hermano no fomentarían algo así”.
A la vez que dice haber terminado su romance con Andrés Gil, también actor de Patito Feo, Asnicar hace foco en la diferencia de edad, como para quitarle seriedad a las habladurías: “Matías tiene 35 años, y yo 17. ¡¿Cómo me voy a poner de novia con una persona de 35?!”, razona. Pero un romántico como Alé no repara en esta clase de detalles, ni se detiene al primer obstáculo. Al fin, si su amor por Alfano logró imponerse al impiadoso avance del tiempo, ¿por qué ahora la historia debería ser diferente?
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